Tuve la suerte un día
de encontrar una fortuna,
no se achicaba, crecía,
crecía como ninguna.
Leyendo un consejo encontré
que me convenía sembrarla,
y después de que brotara
mi tarea seria cuidarla.
Un día por seguridad
quise guardarla en un arcón,
pero ya estaba metida
en el centro de mi corazón.
Consulte a profesionales
y hasta un cura en el altar,
ya estaba muy dentro mío
no se podía quitar.
Desde entonces me acompaña
mi fortuna de verdad,
al menos me dijeron su nombre
y se que se llama tu amistad.
Adrian Correa
26/11/2008
de encontrar una fortuna,
no se achicaba, crecía,
crecía como ninguna.
Leyendo un consejo encontré
que me convenía sembrarla,
y después de que brotara
mi tarea seria cuidarla.
Un día por seguridad
quise guardarla en un arcón,
pero ya estaba metida
en el centro de mi corazón.
Consulte a profesionales
y hasta un cura en el altar,
ya estaba muy dentro mío
no se podía quitar.
Desde entonces me acompaña
mi fortuna de verdad,
al menos me dijeron su nombre
y se que se llama tu amistad.
Adrian Correa
26/11/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario