martes, 30 de junio de 2009

Camino apartado

Todo esto ha sucedido
en un camino apartado,
no espero que me entiendan
pero mi vida ha cambiado.

Tras un serio desperfecto
me encontraba en el camino,
con mi auto averiado
y librado a mi destino.

El sol me abandonaba
y me cubrían las sombras,
la noche se deslizaba
como una oscura alfombra.

Después de unas cuantas horas
de esperar que alguien pasara,
perdía mis esperanzas
y el miedo me abrazaba.

En un momento de ira
golpeando sobre mi coche,
lance un grito de auxilio
estremeciendo a la noche.

En ese mismo momento
sentí terror y asombro,
por nunca haber esperado
su mano sobre mi hombro.

Me dijo, no te des vuelta
solo vengo a ayudarte,
si tu miras mi rostro
yo tendré que abandonarte.

Mi sangre se congeló
y mi corazón no latía,
solo sentía las piernas
que apenas me sostenían.

Me dijo con vos pausada
te cruzaste en mi camino,
yo solo quiero ayudarte
y encausar tu destino.

No temas amigo mío
no es fácil aceptar,
que en este camino perdido
alguien te quiera ayudar.

Se dirigió hacia mi auto
y con suma precisión,
hizo que este arrancara
capturando mi admiración.

Gracias buen hombre le dije
solo quiero agradecerte,
por haberme ayudado
de esta forma sorprendente.

No debes agradecerme
estoy pagando una pena,
por ser tan vil en mi vida
esta es mi triste condena.

Yo morí en este camino
y justo en ese instante,
mi alma fue condenada
a servir de vigilante.

Solo debería ayudar
a alguien que se quedara,
en este viejo camino
y seria liberada.

Treinta años han pasado
y nadie se ha detenido,
con su auto averiado
o aunque sea perdido.

Por eso te digo amigo
no debes agradecer,
mi alma será libre
antes del amanecer.

Solo un consejo te doy
no confíes en tu suerte,
se una buena persona
hasta que llegue tu muerte.

Sino te puede pasar
lo que a este hombre en pena,
que por ser tan engreído
su alma pagó la condena.

Al subir a mi auto
disfrutando del alba,
ya no sentía temor
me invadía una gran calma.

Esas ultimas palabras
en el momento de su partida,
repicaban en mi cabeza
cambiándome la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario